Saturday, September 22, 2007

AL COMIENZO DE UNA NUEVA PRIMAVERA



Al comienzo de una nueva Primavera
seguimos proponiéndoles el Proyecto Delta




SI NOS CREEMOS CON DERECHO A UN FUTURO PROPIO,
ENTONCES, DEBEREMOS SER CAPACES DE IMAGINARLO,
DE HACERLO CARNE EN NOSOTROS, DE REALIZARLO.
DE OTRA FORMA DEBEREMOS VIVIR AQUÉL QUE LOS AMBICIOSOS,
LOS QUE LO QUIEREN TODO PARA SÍ,
AQUELLOS QUE NO TITUBEAN EN DESTRUIRLO Y CONTAMINARLO TODO,
ESOS INCAPACES DE AMAR, ESTÁN GENERANDO.

ENRIQUE E. R. TOSTO

Queremos recordarles que el Proyecto Delta está pensado como una construcción colectiva en busca de una vida mejor para aquellos que lo integren o participen de él. También podrá ser la constatación de una posibilidad de autodeterminación sensible y creativa para aquellos que entren en contacto con él. Es por eso que nos proponemos iniciar una serie de reuniones de presentación y despliegue del proyecto donde esperamos un intenso intercambio de ideas y la recepción de proyectos conexos que puedan sumar o complementar lo ya expuesto.
Quienes quieran refrescarlo pueden ingresar en:
http://reunionproyectodelta.blogspot.com/

Saturday, April 21, 2007

No me conoces


NO ME CONOCES

No me conoces.
No sabes que podría guiarte
por senderos imposibles
a los que muy pocos se atreven,
por senderos de visiones y colores
donde solo aquellos que han tolerado
transponer los límites más lejanos
son capaces de no extraviarse.

Todavía no me conoces,
por eso no puedes saber
que mis manos están tendidas
y que si te aferras a ellas
puedo llevarte en cabalgatas
de vértigo, jadeos y alucinaciones
a conocer silencios y sonidos
cuyas proximidades generan
las visiones más extremas,
las fiebres más desgarradoras,
confusiones y temblores
en aquellos que no han sabido retemplarse
al fuego, en la hoguera de algún gran amor.

Todavía no me conoces,
es cierto, pero
¡Cuánto podrías tenerme
si me permitieras encontrarte!
No lo dudes mujer,
inspira profundo y redobla la marcha.
No me verás mezclado con la maza,
búscame entre los apartados
entre los demiurgos.
Búscame junto a las pitonisas,
inclinado hacia los vapores de ensueño
de los oráculos.
Búscame más allá,
donde no creas posible hallarme
antes que aferrado a lo cotidiano.
¡Búscame, no dejes de hacerlo mujer!
y si así y todo no me encuentras,
entonces, prueba con soñarme,
con rastrearme en la zona más oscura
de ese tiempo de magia y misterio
que llamamos vida.
¡Búscame!
¡Suéñame!
¡Alucíname!
que ya estoy llegando
para tomarte en mis brazos
y así salvarnos
de la tristeza enorme de vivir sin amor.

Enrique Tosto 31- 03.- 2007



Wednesday, March 28, 2007

Hay Lugares



HAY LUGARES





Hay lugares,
espacios, laberintos
a los que sólo el amor
no tiene vedado el acceso.

Hay lugares,
sentimientos, emociones
que sólo tomados de aquella mano
que palpita al ritmo de nuestra sangre
somos capaces de atrevernos a entrar.

Hay lugares,
sensaciones, vuelos inalcanzables,
donde solo una intuición certera
sabrá guiarnos
sin que fuerzas
sobrehumanas nos obliguen
nos exijan un derrumbe,
una claudicación de nuestros valores.

Hay lugares,
cuerpos,
que no se ven a la luz del sol,
ni de los astros, ni de la luna,
con los que solo la fuerza sobrehumana
del amor nos permite fundirnos
rescatarnos de la falta de sentido,
de abismos sin límites ni tiempo
y ser, construirnos, transformarnos en parte
de la cima más alta de lo humano.

Monday, January 29, 2007

Eso que no Sabemos

Eso que no sabemos

Y, al fin, no se de que abismos logre rescatarme,
comprender que necesitaba regresar,
no entregarme a ciertas tendencias melancólicas,
seguir luchando, construyéndome.
Somos seres efímeros.
Disponemos de un tiempo limitado para vivir.
El tono, la cuerda sonora en que lo transitemos
es nuestra responsabilidad, tal vez nuestra pequeña libertad.

Somos seres de tiempo y luz que vibra.
Rodeados por la gran oscuridad, por el gran silencio.
Necesitamos aprender mucho en poco tiempo.
Necesitamos comprendernos una pequeña unidad
integrada a la gran totalidad.
Comprender, generar esa luz que nos alimenta,
que nos permite seguir adelante.
Comprendernos siendo en un espacio tiempo efímero.
Llegar a saber que imaginar algo, intuir sus contornos,
comienza a hacerlo posible.
Todo hacer comienza en esa sutil idealidad,
en esa materia intangible que es la imaginación.
De nosotros dependerá que logremos llevarlo
más allá, instalarlo en el campo de esa otra materialidad
que llamamos “realidad”.
Eso que no sabemos donde comienza ni dónde termina.

Enrique. 29- 08- 2006.

Wednesday, January 17, 2007

Acerca del poseer y la entrega

Sólo poseo aquello a lo que
verdaderamente me he entregado.
Enrique

Wednesday, January 10, 2007

Para Escuchar el Gran Silencio



Se puede vivir una vida,
toda una larga, pequeña e insignificante vida,
sin haber escuchado nunca
las palabras del Gran Silencio.
No se trata de secretos reservados a elegidos.
Eso agrava la situación.
Todo esta allí. Hace falta, apenas, abrir los poros,
aguzar la percepción, los sentimientos, el cuerpo,
prestar atención para comprender las diferentes,
las claras, melodiosas y potentes voces del silencio.

Una cierta predisposición a perder el rumbo
engendra males que laceran las carnes sensibles
de ese extraño fenómeno en el que la vida ha consentido.
Lo humano. Ese misterio. Pero también, esa enfermedad.
Esa absurda y obstinada insistencia en decir “Yo”.
Siempre. ¡Todo el tiempo! Sin saber a que se refiere.
Sin ver, sin comprender, que su existencia transcurre
entre dos nadas antes de regresar al estado originario,
ese, que contiene todas las formas.

Hace falta rozar cierta comprensión de lo sagrado.
Atreverse a asomarse al vacío de la existencia,
a su extrema completud.
Dejarlo todo atrás para, desnudo, sin deseo ni pasión,
zambullirse en las aguas del río de la vida y nadar.
Nadar hasta sobrepasar los límites del cansancio,
hasta vaciarse de toda idea, de toda ocurrencia,
de toda voluntad que no sea ese obstinado,
ese ciego insistir en seguir adelante,
avanzando hasta alcanzar la profunda, la certera sensación
de ser uno con la totalidad.
Uno, donde ya no hay brazo que empuja,
pierna que patea, pulmón que alimentar.
Donde no hay indicios, rastros, ni nada de eso que llamamos “Yo”.
Recién entonces, se tendrá la posibilidad de reconocerse
parte, al fin, del Gran Silencio,
de sus ritmos, de su respiración que expande y contrae el universo.
Llegados a esa situación, si algo precipita dentro de eso que avanza,
se tratará de algo que ha sido comprendido.
La dificultad para transponer esos límites,
para recorrer esa distancia
dejando atrás barreras impuestas por las creencias
que cierran caminos, corazones y oídos.
Ese temor frente a la revelación del conocimiento.
La dificultad para transponer esos límites, decíamos,
es parte de la enfermedad de lo humano.
Su condescendencia, su dignarse a hablarle
con la voz de la eternidad a una criatura efímera.
Esa es la esencia y el secreto de la grandeza del silencio.
Evidencia de que la vida -a través de lo humano-
espera algo más de ella misma
en su incesante desplegarse
desde lo más elemental del espacio tiempo.
Ella, esa enamorada que nos reclama,
que nos convoca cada día a sus filas.
Necesitamos hacer el esfuerzo,
el amoroso trabajo de ser merecedores
de todos sus dones, de todas sus alegrías.
Ella es la gran enamorada,
la plena, la de las abundancias,
la gran dadora,
la gran destructora,
la que danza y canta,
la que nos tiende la mano
para invitarnos a ir con ella,
a ser con ella y festejar en este caminito
tal vez con eso baste,
con cantar y danzar,
con festejar.
Enrique