Thursday, December 28, 2006

EN LAS GRIETAS DEL CEMENTO





El asfalto sigue y sigue avanzando,
como una marea, como una rara coraza,
que, en nombre de la civilización,
derriba montes, tira y mata árboles,
al ritmo atronador, ebrio de aserrín, de las motosierras.
Al ritmo de esas bestias dóciles, estúpidas, peligrosas,
lo humano parece esmerarse en aplanar, en nivelar,
hacia abajo, siempre hacia abajo.


El asfalto sigue y sigue avanzando,
detrás de esa marea desquiciada, implacable
que llamamos civilización. Con ella y en ella,
es también la enfermedad lo que avanza.
Codicia, ambición de perpetuarse, búsqueda ciega de poder.
La enfermedad, esa infección que tira para atrás.
Ese miasma purulento que todo lo mancha, que todo lo infecta.
La enfermedad, eso que sólo un curandero
o el fuego podrán venir a remediar.
Uno u otro lo hará. Mejor que sea el curandero,
mejor que lo humano rescate a lo humano de su extravío.


El asfalto sigue avanzando pero
en las grietas del cemento,
sobre las paredes de las casas derrumbadas,
regresan, crecen las plantas.
Las bellas, las potentes,
las verdes, las altas con su tocado de flores,
pies desnudos, hundidos en el silencio sin tiempo de la tierra.


Regresan las plantas y con ellas, en ellas, la vida insiste.
¿Podrán ser ellas quienes nos guíen?
Ellas, las silenciosas,
las que murmuran en la brisa,
las que crujen con la tormenta.
¿Ellas, nuestras tutoras y maestras?
¿Podrán salvarnos del fuego en el que ellas se consumen?
¿Podrán, ascendiendo desde el fondo cenagoso de lo humano
encender aquellas otras hogueras,
de las pasiones nobles, que construyen la vida para la vida?
Esa vida que danza alegre y cantan en cada vuelta
de la espiral que gira y asciende dando forma a todo,
soñando, intuyendo, creando cada nuevo amanecer.


En las grietas del cemento regresan, crecen las plantas…



Enrique Tosto 13.- 10.- 2006.


Tuesday, December 12, 2006

Nuestros Poetas Preferidos

Con este nuevo lugar esperamos venir a subsanar una importante falta de nuestro "espacio de poesía" ¡Que mejor que inaugurarlo con éste poema de Don Pablo!
LOS ENEMIGOS
Ellos aquí trajeron los fusiles repletos de
pólvora, ellos mandaron el acerbo exterminio,
ellos aquí encontraron un pueblo que cantaba,
un pueblo por deber y por amor reunido,
y la delgada niña cayó con su bandera,
y el joven sonriente rodó a su lado herido,
y el estupor del pueblo vio caer a los muertos
con furia y con dolor.
Entonces, en el sitio
Donde cayeron asesinados,
Bajaron las banderas a empaparse de sangre
Para alzarse de nuevo frente a los asesinos.
Por estos muertos, nuestros muertos
Pido castigo.
Para los que de sangre salpicaron la patria,
Pido castigo.
Para el verdugo que mandó esta muerte,
Pido castigo,
Para el traidor que ascendió sobre el crimen
Pido castigo.
Para el que dio la orden de agonía,
Pido castigo.
Para los que defendieron este crimen,
Pido castigo.
No quiero que me den la mano
Empapada con nuestra sangre.
Pido castigo.
No los quiero de embajadores,
Tampoco en su casa tranquilos,
Los quiero ver juzgados,
En esta plaza, en este sitio.
Quiero castigo.

Pablo Neruda.
Una de los últimos poemas de P. Neruda despues del asesinato de Allende y poco dias antes de su muerte ,..saludos Ani

Saturday, December 09, 2006

Muchas Gracias a Todos los que Participan

Muchas gracias a todos los que participan y a los que leen estos poemas que esperan ¿que otra cosa se puede esperar de la poesía? que cada día, todos, podamos vivir un poco mejor. Solo la conexión profunda con la vida que tal vez sea una conjunción de amor y de horror nos ayudará.
Que la dignidad y la altura y la honradez y el respeto a toda forma de vida marquen nuestro camino.
Que así sea.

Un gran abrazo.

Enrique.

Tuesday, November 21, 2006

JUNTOS



Todo parece empujarme hacia voz
como un destino inexorable
como un torrente al que me es imposible oponerme.
Todo parece empujarme hacia tu cuerpo
ancho y cálido de mujer perfumada.
Tu cuerpo, que se oculta detrás del silencio,
ese silencio en el que navego desde mi soledad,
con mis decires que se alzan como un canto,
que se alzan como llamas en la noche,
que brotan de lo más profundo
y de la superficie de mi carne astillada.
Tus brazos, solo tus brazos podrán atraerme
hacia tus profundidades
y dejar que me hunda en ellas
y al fin rescatarme
y salvarme de la tristeza,
del desasosiego de despertar cada mañana
sin que estés allí para construir los días y las horas,
juntos.


Enrique Tosto 18.- 11.- 2006.

¿QUE IMPORTA DEL DESPUÉS?




Ayer estuve en mi río,
me entregue a sus aguas,
a su corriente que va buscando
las nostalgias saladas de la mar.
Me zambullí en el marrón de esa tierra
que no se cansa de bajar y bajar.
Estuve, estuvimos sentados a la sombra
de los cipreses, de las casuarinas.
estuvimos allí viendo la vida transcurriendo
tranquila, mansa.
La vida era el río,
nosotros éramos la vida, el río
y el sol y la brisa en las ramas de los árboles.


Fuimos regresando tarde, despacito,
sin deseos de irnos, con cierta morosidad
en cada uno de los movimientos,
en cada una de las maniobras que debía realizar
para que la lancha me obedeciera.
Casi no había gente, ni otras embarcaciones.
Íbamos en silencio, con el sol recostándose, en fuga.
El motor bramando, sereno, firme.
Repentinamente un ruido, el golpe de algo contra el agua
y una ola que se extiende sobre nuestras cabezas
y nos sorprende y nos empapa.
Entonces los vi eran dos jóvenes en una moto de agua.
La moto se fue hacia un lado, hacia otro,
el que manejaba tuvo que hacer un esfuerzo para controlarla.
Ambos nos miraron a los ojos antes de salir disparados,
derecho hacia adelante,
derecho hasta que se perdieron a toda velocidad
rumbo a un arroyo más angosto.


Recién después que de ellos quedo solo una estela en el agua,
comprendí que se trataba de la muerte,
ella era quien se había echo presente.
Esa transformadora,
esa apasionada por las intensidades,
esa que avanza ebria de sangre y explosiones
en medio de la estupidez humana,
quiero decir, en medio de la batalla.
La muerte, esa que nos muestra la última luz,
el último secreto imposible de transmitir.
En mi cuerpo había quedado toda la sensación,
toda la electricidad de aquella vivencia.
Podía recrear o imaginar lo que había sucedido,
ellos venían detrás nuestro, lejos,
disparados sobre su moto de agua,
tejiendo quien sabe qué ensueños,
persiguiendo o escapando, vaya a saber uno, de qué sortilegios.
Una cosa es segura, iban distraídos,
cuando nos vieron ya estaban a punto de chocarnos,
entonces la esquivada brusca, el golpe en el agua
y nuestra sorpresa y aquél chaparrón cayendo sobre nosotros.


Miré el río, en el seguía fluyendo la vida,
no me hizo falta indagarme para saberlo,
no estoy dispuesto a entregarme a ese sueño, a ese regreso.
Me falta, todavía, vivir el siguiente gran amor,
hacia allí voy, por la vida, por el río,
por toda la vida y todos los ríos que me quedan por delante.
Será ella la que se tendrá que ocupar de alcanzarme,
no pienso facilitarle sus cosas,
ya se que ella no me pedirá mi opinión,
pero, si de algo vale y creo que vale,
deberá arrebatarme de los brazos de un gran amor.
¿Después?
¿Que importa del después?


Enrique Tosto 14.- 11.- 2006.

PODRÁ SUPONERSE

Detrás de todo silencio
podrá suponerse alguna sabiduría.
Dicha presunción, sería saludable,
deberá ser sometida a verificación.
Para ello, resultará imprescindible
estar muy atento a las palabras,
a los actos que le sigan a ese silencio.
Ellos nos permitirán comprender.
Ellos siempre derriban impostores, confirman saberes.
Silencios y quietud, actos y palabras,
latido profundo,
huella digital de la vida.

Hay sin embargo otros silencios,
peligrosos, nocivos,
son aquellos que nacen de la cobardía,
de la complicidad.
Siempre ha sido así,
la cobardía genera cómplices
por eso hace falta nuestra palabra,
destruyendo falsedades,
construyendo, entrelazando, creando.
Hace falta nuestra presencia en la senda,
nuestra mano tendida, tomando.
Silencios, actos y palabras,
generados en cuerpos deseantes,
sangrantes. Emoción encarnada. Eso somos,
unidad indivisa que delinea nuestra identidad.


Enrique Tosto 30.- 10.- 2006.

NO ESTABAS



Desperté y no estabas
camine por la casa, salí a la calle,
viaje, hice compras, hable con otras personas.
Regrese a casa, me detuve en las flores nuevas
que abrieron la noche anterior.
Viví todo un día
y al llegar la noche me di cuenta que no vendrías,
que al día siguiente despertaría
y, tampoco estarías,
que tendría que soportar eso,
vivir con esa ausencia,
con ese peso, esa falta.
Desde cada rincón de la soledad,
no tu, un fantasma me mira.


Enrique Tosto 1.- 11.- 2006

NO TE EQUIVOQUES




No te equivoques compañero,
no busques estrategias,
triquiñuelas, pequeños ardides
para acercarte a ella, a él.
¡No!
No es así. No es por allí.
¡No!
Si la quieres a ella, a él,
entonces no vayas, no la busques,
no trates de cruzarla como distraído.
¡No, por favor!
No tomes el camino errado.
Es hacia ti, donde debes dirigirte.
Es hacia ti, que deberás marchar
a buscarte y rebuscar,
no sea cosa que vayas a ser un impostor,
un frívolo, apenas un entusiasta o envidioso,
un exaltado, un tonto engañado por un espejismo,
un pobre ciego que huye hacia el futuro.
Ve hacia ti, hermano y trabaja,
trabaja duro en mejorar,
en pulir todo lo que deba y necesite ser pulido,
en comprender todo lo que necesite ser comprendido.
Ve hacia ti, hermano
en busca de crecimiento,
trabaja en destilar ese amor,
trabaja en perfeccionarlo.

¿Cómo?
¿Temes que ella se vaya con otro?
¿Crees que ella no ve tu trabajo?
¿Crees que ella es ciega, tonta?
¿Crees que es una pobre criatura engañada, desorientada?
¿Crees que no sabe, que no comprende, que podría confundirse?
Ve hacia ti, hermano
pero hazlo con cuidado, con mucha cautela,
porque es probable que no te conozcas tanto
como crees conocerte.
Ve hacia ti, hermano
porque entonces, seguramente,
tu eres la criatura engañada,
el que no sabe, el que no comprende, el que se confunde.
Ve hacia ti, hermano
y crece, enaltécete acercándote a tu ideal,
trabájate como una pieza de orfebrería
y entonces, hermano, ella o él
quien corresponda se presentará a tu costado.
Ve hacia ti, hermano
y trabaja duro, esmérate.
Será del empeño que pongas en pulir y refinar tus sentimientos,
del grado de pureza que alcances,
el grado de belleza y refinamiento de ella o él, allí, a tu lado.



Enrique Tosto 29.- 10.- 2006

A TODA ESA VIDA




Que cuando mi mano se estire
a tientas, cargada de modorras y sueños,
la encuentre a ella, allí, tendida junto a mi.
Tendida como un mundo que reposa,
como un mar, como una bestia voraz
con la que hemos combatido hasta el agotamiento,
hasta los extremos de nuestras fuerzas,
y sin embargo, ninguno ha resultado vencido.

Que cuando mi mano se estire,
choque contra ella, contra su piel
que aun guarda las marcas de mis mordiscos
los rayones que le causaron mis uñas
y todo ese sudor compartido,
y todo ese calor que brota de ambos
como si fuéramos el fondo de un volcán.

Que cuando mi mano se estire
y ella se erice con su contacto
su cuerpo se abra nuevamente al mío
y que yo tenga la fuerza y la valentía
para entregarme una vez más a sus besos,
a sus rugidos, a ese dejarla tomarse de mi,
incrustándose, penetrándome múltiple,
con su aliento de oscuridades, desgarrando,
astillando, afiebrando, haciendo temblequear
ese pequeño ser en el que me convierto
cada vez que la penetro y me estiro y me pierdo en ella.
Me pierdo, me transformo en parte de ella,
juntos generamos ese otro ser, extraño, inasible.
Otro ser
con una dinámica propia que va mucho más allá
de nuestras voluntades,
de nuestras posibilidades.
Va más allá
y nos arrastra,
nos revuelca,
nos deja exhaustos
tirados allí, al borde de no se sabe
que vacío, que desgracia o desesperación.

Difícil de soportar el momento,
de las cumbres más altas,
más enardecidas, plenas, imposibles.
Difícil de soportar la caída,
la rodada posterior, la separación,
esa forma de perdernos, de no saber quienes somos,
de vagar extraviados en mundos de ensueños.
Esa pequeña muerte que nos redime de nuestra estupidez,
de nuestras cobardías, esos pequeños temores.

Pero la vida insiste
y nosotros somos la vida,
nosotros somos latido de su latido,
cuerpo de su cuerpo, por eso,
cuanto más nos entregamos el uno al otro,
más y más crecemos,
más y más nos embellecemos.
Nosotros somos la vida,
dos desenfrenados creadores de hogueras,
quemando, arrasando todos y cada uno de nuestros
límites, miedos, prejuicios, errores, horrores.

Que cuando mi mano se estire
y se tope con la de ella que me había abofeteado
un momento antes de abrir muy grandes los ojos,
de clavar en mi esas pupilas en las que me vi
con cara de loco, de desesperado, de enamorado o de todo eso,
que seguramente quiere decir lo mismo,
todo lo que se pueda querer y no querer decir.
Que tengamos aun fuerzas para reírnos de nuestra pequeñez
y que podamos seguir adelante, agazapados,
arrastrándonos el uno hacia el otro.
Acechándonos como quien busca la muerte
pero no es a la muerte a quien buscamos
sino a la vida, a toda esa vida
que late en nuestros cuerpos
por que es la vida la que estira nuestras manos,
es la vida la que nos empuja
y nos lleva inexorable hacia el encuentro.

Es a ella a quien le canto
a toda esa vida,
a todo ese torrente imparable
que nos arrasa
y nos pierde
y nos sacude
y nos redime, cada vez.
Todas y cada una de las veces.


Enrique Tosto 28.- 10.- 2006

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Serán bien recibidos todos los poemas o "decires" suyos o de sus poetas preferidos.
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Muchas gracias a todos y en especial a los que se atreven a sentirse carenciados. Perdón, quise decir enamorados.

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Sunday, November 19, 2006

NO TODO ES AMOR

De pronto todo el blog desaparecio, no tengo dudas de que con la ayuda de ustedes lo rearmaremos. Para mayor seguridad he cambiado las contraseñas de acceso.
¿Serian tan buenos los poemas que nos hicimos acreedores a un sabotaje?
No estoy dispuesto a creerme eso, tal vez quienes sepan por qué puede suceder algo así nos lo digan. A aquellos que subieron los suyos o algún comentario, sepan que los tengo y que de a poco los ire subiendo, también pueden hacerlo ustedes, proximamente recrearé ese espacio. Un abrazo a todos y va el poema con que iniciamos este espacio.

No todo es amor, se ve. ¡Cuidado con los Drácula y con los Jak y tantos otros destripadores.
Por eso cuando alguien les diga: ¡Te quiero! tomense un tiempito para indagar "para que los quieren" puede que sea para maltratarlos o torturarlos.
Un gran abrazo a todos. Enrique.





NO TODO ES AMOR



No todo es amor, es verdad
existe demasiada indiferencia,
excesos de estupidez, de ignorancia,
de mala fe, de envidia, de cobardía,
de mucha pobre, asfixiante y pueril cobardía.
Excesos de verdadero, de puro
y reconcentrado odio a la vida
corren como una plaga sedienta
por las alcantarillas de toda gran ciudad,
incluso de las no tan grandes
y de muchos pueblos y caseríos.

No todo es amor. Es verdad.
Más aun, la mayor parte de eso que llaman amor,
esa carga, esas urgencias, esas necesidades,
no sobrepasan la condición de ser apenas,
alguna necesidad, alguna pobre,
urgente e intrascendente necesidad,
detrás de la que pueden percibirse, se agitan,
trémulos cuerpos en fuga que buscan ocultarse.
Cerrarse al otro y a la vida.
Cerrar, obturar, amordazar.
Ese pobre y ridículo no amor.
Esa falta de reconocerse ocupando un lugar
un espacio entre compañeros.
Esa cobardía chiquita, mezquina
que busca hurtar retazos,
trozos desprendidos de los desgarros,
de las cicatrices, de las marcas indelebles
de todo gran amor, del verdadero amor.
El gran amor. Ese, el que busca entregarse.
Ese de los cuerpos imantados,
electrizados, atraídos fatal, inexorablemente
uno hacia el otro. Atraídos.
Succionados, derramados, ebrios de sudores
y jugos volcándose, evaporándose, pegoteándose.
El gran amor. Ese, el del encuentro, el del hallazgo,
al que ninguna voluntad puede oponerse
sin desbarrancarse y arrastrar al otro hacia la enfermedad.

Largo es el tiempo del desamor.
Frío y silencioso es el tiempo de la falta de amor
y largas son también las sombras, los fantasmas,
las máscaras que pretenden engañarnos,
que pretenden ser el grande, el verdadero amor.
Compleja es la situación de lo humano
que debe enfrentar el estrecho camino de la soledad y el desencuentro,
que debe, necesita, aprender a reconocer,
a ejercer, aceptar y dejar crecer el verdadero amor.
Compleja es la situación de lo humano,
con su tiempito de vida medido, que se le escapa.

Atención, no vayas por la vida desatento. Distraído.
Cuidado viajero del espacio tiempo.
La vida tiene pocos néctares,
el gran amor y el dolor son parte de ellos.
Cuidado viajero, si ves, si te topas con un gran amor,
no te equivoques, no vayas a dejarlo pasar. Perder.
Cuidado pequeño ser de las tinieblas, no te asustes,
no huyas del amor y del dolor.
Solo se vive una vez y ricos, afortunados,
verdaderamente afortunados, serán aquellos,
pocos que sepan entregarse
a los temblores y dolores que
producirá todo gran amor.
Solo se vive una vez y muchos, demasiados,
no consiguen despertar para ver,
tanta es su ceguera, ni los reflejos de algún pequeño amor,
no consiguen despertar para oler
esos dulces y ásperos perfumes de todo gran amor.
Solo se vive una vez, es verdad y muchos, demasiados
no consiguen refinar, afinar, calibrar sus cuerpos
en la frecuencia justa, exacta por donde tal vez, algún día
acierte a pasar y mirarnos casi como al descuido,
ella, él, ese estado indescifrable de éxtasis, clarividencia y locura
que produce todo gran amor ¿Podría ser de otra forma?




Enrique Tosto 27.- 10.- 2006