No te equivoques compañero,
no busques estrategias,
triquiñuelas, pequeños ardides
para acercarte a ella, a él.
¡No!
No es así. No es por allí.
¡No!
Si la quieres a ella, a él,
entonces no vayas, no la busques,
no trates de cruzarla como distraído.
¡No, por favor!
No tomes el camino errado.
Es hacia ti, donde debes dirigirte.
Es hacia ti, que deberás marchar
a buscarte y rebuscar,
no sea cosa que vayas a ser un impostor,
un frívolo, apenas un entusiasta o envidioso,
un exaltado, un tonto engañado por un espejismo,
un pobre ciego que huye hacia el futuro.
Ve hacia ti, hermano y trabaja,
trabaja duro en mejorar,
en pulir todo lo que deba y necesite ser pulido,
en comprender todo lo que necesite ser comprendido.
Ve hacia ti, hermano
en busca de crecimiento,
trabaja en destilar ese amor,
trabaja en perfeccionarlo.
¿Cómo?
¿Temes que ella se vaya con otro?
¿Crees que ella no ve tu trabajo?
¿Crees que ella es ciega, tonta?
¿Crees que es una pobre criatura engañada, desorientada?
¿Crees que no sabe, que no comprende, que podría confundirse?
Ve hacia ti, hermano
pero hazlo con cuidado, con mucha cautela,
porque es probable que no te conozcas tanto
como crees conocerte.
Ve hacia ti, hermano
porque entonces, seguramente,
tu eres la criatura engañada,
el que no sabe, el que no comprende, el que se confunde.
Ve hacia ti, hermano
y crece, enaltécete acercándote a tu ideal,
trabájate como una pieza de orfebrería
y entonces, hermano, ella o él
quien corresponda se presentará a tu costado.
Ve hacia ti, hermano
y trabaja duro, esmérate.
Será del empeño que pongas en pulir y refinar tus sentimientos,
del grado de pureza que alcances,
el grado de belleza y refinamiento de ella o él, allí, a tu lado.
Enrique Tosto 29.- 10.- 2006
1 comment:
Muy hermosa la poesía No te equivoques, me conmoviò. Gracias.
Cariños. Mónica
Post a Comment